LA MAFIA DEL CHINO
LA MAFIA DEL CHINO
ING.
CARLOS PAICO JOAQUIN
1108
El Perú en manos de un dictador,
-novato en política-, era como entregar dinamita a un niño, alguien quien no está
preparado para maniobrar semejante peligro en sus manos.
Podemos
analizar también el agregado que tiene los genes de la sangre japonesa,
adaptados a un mundo de tropelías a quien le salga al paso; ellos se adaptan
fácilmente a la mafia y a sus tentáculos, a lo oscuro y a lo más oscuro de una
clase de raza, que a punto de sables y dagas, ocupaban siempre las primeras
páginas de los diarios policiales y que con ello se hacían un lugar
preponderante en la clase social nipona.
La
mafia japonesa, no es de la que deban de sentirse orgullosos los nipones
peruanos, pero siempre está presente en sus vidas, dedicándose a lo que se
dedican.
Si
Fujimori hubiese actuado así en Japón, tal como lo hizo en el Perú; desatando
toda su ira y las malas artes de su mafia, tal como lo hacía en tiempos de su
gobierno. A estas alturas ya hubiese muerto por otro clan o por el suyo propio,
porque se hubieren cansado de tanto abuso.
Este
ejemplo descrito es como el de los musulmanes, que la violación y el asesinato,
en su país es un delito muy grave, y siempre acaban con la muerte del violador.
Pero cuando ellos se encuentran en otros países, llamase España, Italia o
Francia, se olvidan de todo castigo estricto, porque allí las penas son más
benevolentes. Todos ellos actúan casi impunemente, porque las leyes, además de
ser más blandas son como referenciales, exigiendo derechos que nunca tuvieron.
Es así como actúan en lugares donde encuentran vía libre para el delito, porque
simplemente las leyes, o no son tan drásticas o son poco aplicables. Y en el
peor de los defectos, simplemente encuentran vacios legales, donde se pueden argumentar argucias para salir del
embrollo.
Es
lo que tiene un país del tercer mundo, donde aún existe la ley de la selva,
viven como puedas, porque muchos ni pueden vivir en hacer lo que quieran.
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