REESCRIBIENDO EL FUTURO


REESCRIBIENDO EL FUTURO

ING. CARLOS PAICO JOAQUIN
1202
Cada uno de nosotros, probablemente tienen un futuro escrito; porque nuestros sueños, miedos, expectativas, esperanzas y decisiones acerca de nuestra propia vida, nos conduzcan por un camino que llevaría a un determinado destino. Es más, determinan y perfilan el nivel de éxito en nuestras vidas, tanto profesionales como personales.
Reescribir nuestro futuro, es posible, si somos capaces de transformar nuestra situación actual por alguna otra que nos conduzca hacia un destino esperado; donde la resignación pase a ser inspiración, donde el conformismo se convierta en productividad, donde la frustración se sustituya por entusiasmo. Esa es la clase de transformación que puede mover montañas  si, a partir de nuestras respectivas transformaciones individuales hacemos posible que éstas se trasladen a nuestras organizaciones, porque ¿no es eso lo que buscan los inversores? ¿No es eso los que les convertiría en verdaderos emprendedores?
                               Tener éxito profesional, muchos definen como: “poder vivir haciendo aquello que más le agrada”. Son pocas las personas -realmente grandes-, que les agraden aquello que hacen. Sin embargo, si nos atenemos al criterio antes citado, nos encontraremos con muchas más, con mucha gente corriente, habitando dentro de ese grupo que tiene éxito, y lo que es más importante aún, que podríamos encontrar muchísimas más, ¿Por qué?
Si se hiciese una encuesta sobre el porqué la gente “triunfa o tiene éxito” y porque ésta es relativamente poca. Convencido estoy que habría dos respuestas mayoritarias que saldrían del estudio. La primera porque es necesario trabajar duro, aunque su gente trabajadora no garantiza por sí solo ese éxito. La otra señalaría el talento innato para sobresalir en aquello a lo que te dediques, aunque exista evidencia científica que no apoya dicho criterio.
                               Por lo tanto, ¿Cuál es la solución a este misterio? Es evidente que trabajar duro ayuda, más aún, quizá sea imprescindible, porque no conozco a nadie que lo haya conseguido sin este ingrediente; poseer talento natural también ayuda y las circunstancias personales también; pero lo que marca la diferencia, -a juzgar por lo que he observado a lo largo de toda mi existencia-, es desear tener éxito, proponértelo y perseguirlo deliberadamente, algo que además aprendí de mi madre desde muy pequeño: “mas hace el que quiere que el que puede”.
¿Pero cómo funciona esto? Propóntelo, como si de tu propia empresa se tratara, actuando como un verdadero emprendedor. Es decir, se trata de diseñar un plan especifico a menudo con la ayuda de un tutor o Coach, profesional o no,  algo que cada día se hace más frecuente; repetir este proceso uno y otra vez, analizando los resultados con el apoyo del feed back externo, y aquí mucha gente usa el feed back 360º que incluye a colegas, compañeros, jefes colaboradores, clientes, amigos, etc.; prepararse para un ejercicio que es muy exigente en esfuerzo mental, físico y emocional; y por último asumir que puede resultar poco divertido en ocasiones.
Aprendiendo de la gente que sobresale, de los grandes que antes citaba, de los otros más veteranos y también de los menos conocidos, pero más cercanos. Uno observa que cada uno de ellos no funciona solo con un piloto automático en sus respectivas carreras profesionales. Siguen las pautas que les llevan a hacer lo que le conviene hacer en cada momento, aunque ello no resulte cómodo, lo que convierte a su piloto automático en instrumento inservible, porque su conducción es siempre consciente y controlada, no en automático.
Lo que cada uno de nosotros crea es la fuente de éxito, y de su propia felicidad, es la que acaba constituyéndose en pilar de todo aquello que logremos. Independientemente de dónde nuestras creencias en esta materia se originaron. La realidad evidencia que hay un precio que pagar para alcanzar el éxito. Quizá sea inevitable que haya gente que escoja no pagarlo, es legitimo. Sin embargo yo prefiero sumarme al grupo de aquellos que reescriben su futuro profesional regularmente, y muy especialmente en las circunstancias por las que atravesamos. Prefiero también sumarme a aquellos que piensan que comprendiendo mejor a quienes sobresalen, cualquiera puede convertirse en alguien aún más útil, más completo y con más éxito.

Comentarios

Entradas populares de este blog

ESTUDIANTES Y SINDICALISTAS

MISCELANEAS